Al menos15paísessiguenreclutandoniñosyniñassoldados
Para denunciar esta situación, las organizaciones que en Euskadi trabajan con esta problemática Producciones Africanauan presentan el próximo miércoles 15 de febrero el cortometraje AQUEL NO ERA YO, que se proyectará a las 19.30 en Alhondiga Bilbao. Posteriormente se celebrará un coloquio con presencia de personas con experiencia en este terreno y el director y el actor principal del corto.
Aforo limitado. Por favor, confirmar asistencia en el 944 151 135. No recomendada para menores de 18 años.
* 12defebrero, Día internacional contra la utilización de menores soldados
“La noche anterior llegaron a su pueblo unos hombres armados. A Doña Margarita poco le importaba de qué bando eran. Mataron a mucha gente. Ella se salvó. Corrió por su vida. Empacó lo que pudo, tomó de la mano a sus 4 hijos, el recuerdo de su marido tirado en medio de la plaza al que ni pudo enterrar y abordó un bus sin destino.”
Las personas desplazadas por este conflicto no solo tienen que soportar la injusticia de verse obligadas a abandonar su vida, su tierra, a sus seres queridos, sino que ni siquieran reciben lo que por derecho les pertenece.
Mauricio García, director del Centro de Investigación y Educación Popular en Colombia, señala las principales necesidades de estas personas, que además del derecho a una ayuda de emergencia, deberían recibir un apoyo psicológico y acompañamiento legal.
“Es obligación del gobierno cuantificar, registrar y caracterizar a la población desplazada para asegurar sus derechos, y prevenir las causas que provocan desplazamiento, restablecer sus forma de ingreso y atender y proteger a las víctimas” Codhes
Ana María López, una de las millones de mujeres desplazadas por el conflicto, nos habla de las ayudas… que tardan en llegar.
Mauricio García Durán sj, director general del Centro de investigación y educación popular en Colombia, nos da su visión sobre las causas de este conflicto que ya dura décadas.
Jairo nos cuenta cómo tuvo que huir de su casa por las amenazas que recibía. Temía tanto por su familia, que una noche se fueron con lo puesto. Jairo no puede mirarte a los ojos en estos momentos, ni tú puedes sentarte a su lado, pero puedes escuchar su historia y acompañarle. ¿Qué le dirías después de escucharle?
HUIR... PARA SALVAR LA VIDA 